Como pintar una puerta de garaje de aluminio lacado

Cambiar el color de tu puerta de garaje puede darle un nuevo aspecto a tu hogar. Aquí tienes algunos pasos a seguir para hacerlo

PINTURA

Brick&Bytes

1/13/20254 min read

pink rolling door
pink rolling door

Seguramente os habéis encontrado en una situación parecida a la mía, donde quiero cambiar un elemento de mi hogar y no se por donde empezar.

Los motivos pueden ser varios, y en el caso de una puerta de garaje, puede ser alguno de los siguiente:

  • Estética: Quiero que mi hogar se vea fresco y renovado. Un nuevo color puede darle un aspecto moderno y atractivo.

  • Personalización: Me encanta la idea de que mi casa refleje mi personalidad y estilo. Cambiar el color de la puerta del garaje es una manera de lograr eso.

  • Valor de la propiedad: Pienso en el futuro y sé que una puerta de garaje bien mantenida y con un color atractivo puede aumentar el valor de mi casa.

  • Mantenimiento: Si la pintura actual está desgastada o dañada, cambiar el color es una forma de proteger la puerta y mantenerla en buen estado.

  • Armonía con el entorno: Puede que quiera que mi puerta de garaje se integre mejor con los colores del paisaje o con otros elementos de mi casa.

  • Cambios en el diseño: Si he realizado otras renovaciones en mi hogar, querría que la puerta del garaje combine con esos cambios.

Antes de nada, mi gran temor es intentar hacer frente a un elemento de aluminio lacado. Y lo digo por experiencia propia al haber esta ligado en el pasado en una empresa que trabajaba en este sector, por lo que primero es importante conocer en que consiste el complicado proceso de lacado:

  • Limpieza: Primero, se limpia bien la superficie del aluminio para eliminar cualquier suciedad, grasa o polvo.

  • Desengrasado: Se aplica un desengrasante para asegurarse de que no quede aceite ni grasa en la superficie del aluminio.

  • Aplicación de ácido: Aquí es donde se utiliza un ácido, como el ácido fosfórico, para abrir los poros del aluminio. Este proceso se llama "decapado ácido" y prepara la superficie para que la pintura adhiera mejor.

  • Enjuague y secado: Luego, se enjuaga el aluminio para eliminar cualquier residuo del ácido y se seca completamente.

  • Imprimación: La aplicación de imprimación es crucial. Puede ser una capa de polvo o pintura líquida que actúa como base para la capa final de pintura. En algunos casos, la imprimación también se cura en un horno para asegurar una buena adhesión.

  • Lacado o pintado: Se aplica la capa final de pintura o laca. Esta puede ser aplicada en polvo mediante un proceso electrostático o en líquido usando una pistola de pulverización.

  • Curado en horno: Finalmente, la pieza se cura en un horno a altas temperaturas. Este paso asegura que la pintura se adhiera firmemente al aluminio y proporciona un acabado duradero y resistente.

He aquí mi gran temor, ¿es posible replicar este proceso en mi casa para cambiar la apariencia de la puerta en mi casa? La respuesta es clara: No! Pero eso no representa un impedimento para realizar un proceso alternativo, que no será como un lacado (impregnando dentro de la piel del aluminio la pintura), estableceré una fina capa duradera de pintura siguiendo los siguientes pasos:

  • Preparación:

    • Primero, limpiaría bien la puerta para eliminar cualquier suciedad o polvo. Usaría agua y un detergente suave.

    • Si es posible, desmontaría la puerta para trabajar con mayor comodidad.

  • Lijado:

    • Luego, lijaría suavemente la superficie lacada con papel de lija de grano fino (320 o 400). Esto ayudaría a que la nueva pintura se adhiera mejor.

    • Limpiaría el polvo generado por el lijado con un paño húmedo o un trapo de microfibra.

  • Imprimación:

    • Aplicaría una capa de imprimación específica para superficies lacadas o brillantes. Esto ayudaría a que la pintura se adhiera correctamente.

    • Dejaría secar la imprimación según las indicaciones del fabricante.

  • Pintura:

    • Elegiría una pintura de alta calidad acrílica, para no añadir un gramaje extra a la puerta y evitar problemas de funcionamiento.

    • Aplicaría la pintura con una pistola de pintura, o spray, para obtener un acabado uniforme.

    • Probablemente necesitaría aplicar varias capas de pintura para lograr una cobertura completa. Dejaría secar cada capa antes de aplicar la siguiente.

  • Acabado:

    • Si quisiera un acabado más duradero, consideraría aplicar una capa de sellador transparente o barniz.

    • Finalmente, dejaría que la puerta se seque completamente antes de volver a montarla.

El resultado fue satisfactorio, pero os indico a continuación las cosas a tener en cuenta, que descubrí en todo el proceso:

  • Zonas de Desgaste:

    • Presto especial atención a las áreas que sufren mayor desgaste, como los bordes y las zonas donde hay contacto frecuente. Es posible que en estas zonas, el desgaste de la pintura haga florecer de nuevo el color blanco original.

  • Mecanismos:

    • Desmonto o cubro los mecanismos y las partes móviles, como las bisagras y los tiradores, para evitar que se manchen de pintura y asegurar que sigan funcionando correctamente. Si no puedo desmontarlos, los protegeré con cinta adhesiva.

  • Zonas ocultas:

    • Si la puerta trabaja por lamas, no es recomendable desmontarlas para pintar, la zona de juego para su movimiento presenta un gran desgaste y haría saltar la pintura. Además el gramaje extra que estaría poniendo dificultaría su correcto funcionamiento. Así en este caso pintaré la puerta completamente cerrada, tras el pintado tan solo observo el color blanco original en los procedimientos de enrollado.